Estamos en un momento de transformación económica sin precedentes para México. El nearshoring y la explosión de los centros de datos han posicionado a nuestro país como un nodo crítico en la cadena de suministro global y en el ecosistema digital. Esta nueva era de industrialización y digitalización trae consigo una promesa de crecimiento masivo, innovación y competitividad.
Este fue unos de los temas centrales que reunió a los líderes de la industria en el Mexico IA+ el pasado el pasado 12 y 13 de noviembre de 2025, un evento clave en el que tuvimos el orgullo de participar. En este foro, la conversación no giró solo sobre la velocidad de la fibra óptica o la capacidad de los centros de datos, sino sobre una pregunta mucho más profunda: ¿cómo construimos este futuro?
El auge de la infraestructura digital (las superautopistas de datos, las granjas de servidores) es imparable, pero trae consigo un costo oculto: un impacto medioambiental significativo. En este contexto, el liderazgo ya no se mide solo por la escala de la inversión, sino por la escala de la responsabilidad. Hoy, queremos ahondar en por qué los grandes proyectos de infraestructura, como nuestro propio proyecto Tikva, no solo deben considerar la sostenibilidad, sino que deben estar diseñados desde su origen con ella como pilar fundamental.
Índice
Construir una red de fibra óptica a gran escala, como los 2,500 kilómetros de Tikva, es una proeza de ingeniería. Sin embargo, no podemos ser ciegos a su impacto inherente. El despliegue de infraestructura de telecomunicaciones, por su propia naturaleza, es una actividad intensiva.
El desafío es multifacético:
En C3ntro Telecom, reconocemos que el progreso debe equilibrarse con la responsabilidad medioambiental. Por ello, el proyecto Tikva fue concebido no solo como una respuesta a la demanda de conectividad, sino como un caso de estudio sobre cómo abordar proactivamente estos impactos.
El compromiso con la sostenibilidad comienza desde la fase de planeación, mucho antes de que la primera excavadora toque el suelo. El objetivo es simple: minimizar la alteración del terreno.
En lugar de trazar una nueva ruta recta que requiera una tala de árboles masiva y la fragmentación de hábitats, la estrategia principal de Tikva es la inteligencia. Siempre que sea posible, aprovecharemos los corredores de infraestructura existentes, como autopistas, vías férreas y líneas de servicios públicos. Al seguir rutas ya alteradas por el ser humano, minimizamos la necesidad de despejar nuevos terrenos y protegemos los hábitats naturales.
Donde la excavación es inevitable, el plan se enfoca en la mitigación y la restauración. Se implementarán medidas robustas de control de la erosión, como vallas antisuciedad y trampas de sedimentos, para minimizar el desplazamiento del suelo. Pero el compromiso no termina con la construcción. Tras la instalación, se llevará a cabo un proceso meticuloso de restauración del suelo y replantación, utilizando exclusivamente vegetación autóctona para devolver al hábitat su estado natural y prevenir la erosión a largo plazo. Del mismo modo, se realizará un control constante de la calidad del agua para prevenir cualquier tipo de contaminación.
El impacto más duradero de una red de telecomunicaciones es su consumo energético. Aquí, la estrategia de sostenibilidad de Tikva se divide en la construcción y la operación, adoptando una visión de eficiencia de por vida.
Nuestro compromiso para reducir la huella de carbono es significativo. Durante la fase de construcción, emplearemos maquinaria de bajas emisiones. Además, la propia tecnología de fibra que instalamos está diseñada para la eficiencia. Al optar por cables de fibra de alta densidad, reducimos el volumen total de materiales necesarios, lo que a su vez disminuye las emisiones relacionadas con su producción y transporte.
Aquí es donde la fibra óptica brilla. A diferencia de las redes de cobre tradicionales que transmiten datos mediante señales eléctricas, la fibra óptica utiliza luz, lo que la hace intrínsecamente más eficiente y consume mucha menos energía. Este ahorro energético es la contribución más grande y permanente del proyecto a la reducción de la huella de carbono del sector de las telecomunicaciones.
Pero no nos detenemos ahí. El plan de Tikva incluye:
Un proyecto de esta magnitud genera residuos. Una estrategia de sostenibilidad que ignore el final del ciclo de vida está incompleta. Por ello, hemos desarrollado un plan integral de gestión de residuos.
Este plan no es solo un documento; es un compromiso operativo para reducir, reciclar y eliminar adecuadamente todos los materiales. Esto incluye el reciclaje activo de plásticos, conductos metálicos y revestimientos de cables, la minimización de embalajes mediante la compra a granel y la eliminación responsable de cualquier residuo no reciclable, siempre en conformidad con las normativas locales.
Reconocemos que las actividades de construcción tienen un impacto medioambiental a corto plazo. Sin embargo, estamos convencidos de que los beneficios a largo plazo de una infraestructura de fibra óptica bien planificada los compensan con creces.
El objetivo final de Tikva no es solo ser una red “sostenible”, sino ser una red “habilitadora de sostenibilidad” para toda la sociedad:
Quizás el beneficio más profundo es el que todos experimentamos. Al proporcionar conectividad de alta velocidad y baja latencia, Tikva permite que más empresas adopten modelos de trabajo a distancia y colaboración virtual. Esto reduce radicalmente la necesidad de viajes de negocios y desplazamientos diarios, disminuyendo significativamente las emisiones globales relacionadas con el transporte.
"El proyecto no es solo otra construcción de infraestructura, es una visión para el futuro.
Estamos conectando comunidades, impulsando industrias y promoviendo el crecimiento económico,
sin dejar de lado nuestro compromiso con la sostenibilidad. Juntos, estamos
creando un futuro más sólido y conectado para México, para América del Norte y
para el mundo."
Simón Masri - Presidente del Consejo
Durante el desarrollo de México IA+, el debate sobre el futuro de nuestra industria es más relevante que nunca. El proyecto Tikva demuestra que la construcción de infraestructura crítica en 2025 ya no puede tratarse de una elección entre progreso y medio ambiente.
En C3ntro Telecom, hemos adoptado un enfoque donde la sostenibilidad no es un anexo, sino una parte integral del diseño. Estamos comprometidos a salvaguardar los ecosistemas , a minimizar nuestra huella de carbono y a construir una red que no solo conecte ciudades, sino que lo haga de una manera responsable y consciente.
Tikva representa nuestra visión para el futuro: un futuro donde la conectividad más avanzada y el respeto por nuestro planeta no solo coexisten, sino que se impulsan mutuamente.